Citas sobre el café de grandes pensadores

A lo largo de la historia han existido en lugares famosos por ser visitados por los intelectuales de la época. Algunas cafeterías y cafés sirvieron – y todavía sirven- como punto de encuentro para que los mejores pensadores se reúnan e intercambien ideas, para que los artistas dialoguen y analicen nuevas obras de arte o posturas, y claro que también son lugares en los que las mejores plumas del mundo intercambian tinta.

De esos viejos cafés salieron los viejos intelectuales de puro, corbata y bombín, entremezclados con jóvenes pensadores, poetas y artistas. Es por ello que muchos de estos reconocidos personajes de la historia hicieron sus propias dedicatorias a una de sus bebidas favoritas, el café. Recogemos algunas de las más curiosas e interesantes:

“A la figura de perdices y codornices,

Y de las exquisiteces yo no sé nada de vosotros;

Pero en el monte más alto de Gales

Eligiría en paz beber de mi café”

Jonatan Swift (1667-1745), escritor satírico irlandés

“El buen café endulzado, delicioso es más que mil besos, dulce sabe cual vino moscatel, ¡café, sí, es café lo que quiero! Y quien deseare darme a saborear una exquisita bebida, venga a ofrecerme una taza de café”

Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor

“Entre los muchos lujos de la mesa, el café puede ser considerado como uno de los más valiosos. Él atisba la alegría sin intoxicación, y el placentero flujo de espíritus que ocasiona nunca es seguido de tristeza, languidez o debilidad”

Benjamin Franklin (1706-1790), político e inventor

“Tan pronto como el café llega a su estómago, sobreviene una conmoción general. Las ideas empiezan a moverse, las sonrisas emergen y el papel se llena. El café es su aliado y escribir deja de ser una lucha”

Honoré de Balzac, (1799-1850), escritor

“Ningún café puede ser bueno en la boca si primero no ha mandado una dulce oferta de olor a las fosas nasales”

Henry Ward Beecher (1813-1887), clérigo