Café y cine, la pareja perfecta II

Los grandes cafés de Europa fueron protagonistas de cientos de películas en la época más dorada del celuloide. Conocimos a muchos grandes actores y actrices sentados ante una mesa o compartiendo conversaciones entorno a una taza.

Aunque normalmente vinculamos las grandes películas con producciones extranjeras debemos recordar que muchos directores de cine españoles también recurrieron a los cafés para ambientar sus películas.
En el año 1982 el director Mario Camus rodó La Colmena, inspirada en la obra del nobel Camilo José Cela. Un bullicioso café era el punto de encuentro para los protagonistas del film, que cada tarde se encontraban para compartir sus experiencias.

Otro de los míticos locales es el Café Gijón, que todavía sigue funcionando desde que abrió sus puertas en 1888. Es conocido por ser lugar de encuentro de escritores, artistas e intelectuales para sus tertulias. Y también por ser escenario de varios instantes de la película Viaje a ninguna parte, de Fernando Fernán Gómez. 

También es conocido el Café del Príncipe, en Madrid, muy vinculado a la conocida movida madrileña de los años 80 y donde se rodaron varias escenas de la película Más que amor frenesí.

Como estas muchas otras películas se ambientaron en locales hosteleros, cediendo protagonismo durante algunos instantes a una taza de café. Todos tenemos alguna preferida, que nos trae a la memoria algo especial. ¿Cuál es la tuya?