Un delicado toque de leche bien cremada es, para muchos amantes del café, el punto y final perfecto para un espresso exquisitamente preparado. El latte art es considerado una disciplina artística que aporta nuevas sensaciones gustativas al café, al tiempo que lo convierte en un espacio creativo y estimulante para los sentidos. Para crear estos diseños en la superficie del café se emplean dos métodos, o incluso la combinación de ambos.
El primer método consiste en el manipulado de la leche en una jarra. Con una leche cremada consistente y controlando al detalle su vertido en el café podemos crear formas decorativas realmente impresionantes.
Para cremar la leche:
Verter leche fría en la jarra
Vaciar la lanza de vapor de la cafetera
Introducir la boquilla debajo del nivel de la leche, superficialmente
Mantener la jarra inclinada y la boquilla descentrada
Abrir el vapor
Controlar la temperatura con la mano
Cerrar el vapor
Extraer la boquilla y vaciar su interior.
Golpear ligeramente la jarra para estabilizar las burbujas
Vaciar un poco de leche líquida inclinando la jarra suavemente con movimiento ondulante verter la crema en la taza hasta llenarla.
Otro método consiste en realizar dibujos sobre la propia crema de la leche con diversos utensilios, como son el pen de latte art, un elemento de acero inoxidable con delicadas puntas; con plantillas sobre las que espolvorear cacao; y con salsas especiales, normalmente de chocolate o caramelo. Con la técnica adecuada y un cierta experiencia se pueden realizar auténticas obras de arte en el café, que atraen no sólo por su aroma y sabor, sino también por sus elementos visuales.
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