La conservación del café es un factor clave para garantizar el mantenimiento de todas sus propiedades una ver abierto el paquete.
Las claves:
Cerrar cuidadosamente el paquete de café. Una vez que el paquete esté bien cerrado debe mantenerse dentro de un recipiente hermético.
Guardar el café en la nevera ralentiza su oxidación, pero para hacerlo el paquete debe estar bien cerrado y dentro de un recipiente hermético.
Moler en el momento la cantidad justa de café que se vaya a utilizar. Así conservamos todas sus propiedades y podemos controlar el punto justo de molienda, según el tipo de preparación, y disfrutaremos al máximo de todos sus aromas.
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